Piedra de Toque

Pintura y escultura reciente de Federico Silva

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Presentación

Resumir en unas cuantas líneas la labor del Maestro Federico Silva y de su obra, que nos sigue asombrando y causando admiración, es una tarea imposible.

El conocimiento y la reflexión sobre lo ancestral, han dado a Federico Silva substancia para crear de manera brillante esculturas y pinturas que trascienden y la agudeza y contundencia de sus conceptos en torno a lo que es el arte, lo que significa el nacionalismo, el aprendizaje continuo y el constante cuestionamiento como una de sus resultantes, el arte por sobre el mercantilismo o el ser reconocido, la incredulidad sobre la crítica, la libertad, lo hacen un personaje de excepción.

Escritor, experimentador del arte cinético en México, impulsador de realizaciones como El Espacio Escultórico de Ciudad Universitaria en la ciudad de México, o El Principio (“la pintura rupestre de Federico Silva” en la Caverna de Huites, cerca de Choix, Sinaloa), Federico Silva plantea que en el arte no deben olvidarse dos sentidos: el sentido de autocrítica y el sentido del humor; y es así como su trabajo continuo, su búsqueda incesante, el compromiso con el arte y consigo mismo, lo han hecho producir obras cuyas formas y color nos llevan a lo esencial, al inconsciente profundo de nuestros orígenes, y a entender del por qué de sus conceptos.

De ideas claras, no sólo en términos del arte como una actividad aislada, sino del arte como parte integral del desarrollo social de una nación, con identidad propia, con personalidad, concluye que “si el objeto artístico tiene la necesaria calidad, lo hace común a todos: un valor universal”.

Bajo estos conceptos, la obra de Federico Silva nos identifica y nos hace tener consciencia de que su obra es mexicana, pero también es universal, es trascendente.

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Semblanza

Fedrico Silva (Ciudad de México, 16 de septiembre de 1923) es un escultor, pintor y académico mexicano.

Autodidacta, uno de los escultores más prominentes de todos los tiempos y pintor, desde 1992 miembro de número de la Academia de Artes de México, en la Sección Escultura, y durante varios años investigador en la Coordinación de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Federico Silva estudió veterinaria, derecho y antropología, antes de dedicarse al arte.

Colaborador y asistente de David Alfaro Siqueiros, participó destacadamente en el mural Nueva Democracia que Siqueiros realizó en el Palacio de Bellas Artes. Esta relación con Siqueiros le lleva a conocer y establecer amistad con Diego Rivera, Leopoldo Méndez, Pablo O'Higgins, y José Revueltas, escritor, quienes fueron un apoyo para continuar su formación artística.

Terminada la Segunda Guerra Mundial viajó a Europa y a su regreso a México, organiza el Primer Salón de la Pintura, participa en la primera exposición y obtiene una mención honorifica del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Desde 1950 comenzó a pintar sus propios murales; en los 1970’s, se integró al mundo de la escultura siendo el primer artista en México que abordó el arte cinético.

En 1977 fue el impulsador y participante en el proyecto del Espacio Escultórico, junto a un grupo de escultores de renombre.

Entre sus obras más destacadas se encuentran Ocho Conejo o “El Chapulín” (1980, piedra volcánica. Sendero Escultórico, UNAM, Ciudad de México), Fuente Solaren Michoacán, Aluxe de la Muerte (Plaza de las Tres Culturas, Ciudad de México), Canto a un Dios Mineral en el Palacio de Minería, Vigilante, obra dedicada al satélite Morelos, La Muerte Presente (1988, concreto armado. MUAC, Ciudad de México), mural Historia de un Espacio Matemático (1980-1982, técnica mixta) en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, Serpientes del Pedregal (1986, piedra volcánica. Sendero escultórico, UNAM, Ciudad de México), varios monumentos ubicados en Aguascalientes, Puebla y Tlaxcala, el mural Principio en la Cueva de Huites, presa Luis Donaldo Colosio en Choix, Sinaloa (5,000 m2) y obras en las zonas arqueológicas de Guanajuato.

A nivel internacional, su obra se encuentra en Kingston, Jamaica; Washington, E.E.U.U.; Tokio, Japón; Estocolmo, Suecia; Ciudad Real la Mancha, España; y la Plaza Ville de Pathenay, Francia.

Desde 1977 ha escrito diversos libros como: La escultura y otros menesteres, (1987, UNAM), Cuadernos de Amaxac (2006, Editorial Gudiño Cicero), Papel, Tijeras y Escultura (2009, UNAM), Dos x Tres: Crónica. España, Estados Unidos, Francia, Suecia, Japón y Jamaica (2010).

Artes e Historia de México lo considera "un guerrero incansable de las artes y la política, renovador de lenguajes y estructuras, explorador de tecnologías y movimientos estéticos, y, actor determinante del arte mexicano en la segunda mitad del siglo XX".

Premios y distinciones

2016

Medalla Bellas Artes 2016, que otorga el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en reconocimiento a su trayectoria y trabajo como escultor, pintor y académico mexicano.

2010

Doctorado Honoris Causa por la Universidad Nacional Autónoma de México el 23 de septiembre de 2010.
Doctorado Honoris Causa por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí el 23 de agosto de 2010.

2003

Homenaje con la apertura del Museo de Escultura Contemporánea Federico Silva en San Luis Potosí, el 18 de septiembre de 2003. Dona su obra al pueblo de San Luis Potosí, en el único museo dedicado a la escultura en México y el primero de su tipo en América Latina.