Rocío Caballero en el norte
Dado que el lenguaje artístico de Rocío Caballero es de una figuración verista o naturalista, sus obras generan, en las sensibilidades estéticas de los públicos, reacciones opuestas que pueden ocurrir de manera simultánea o bien en forma sucesiva. Entre tales secuelas descuellan los pares admiración-rechazo y asombro-elusión. Asimismo, sus pinturas (y también sus obras gráficas) suscitan, entre otros efectos, los de sorpresa, entusiasmo, seducción y azoro. Todo lo anterior, debido a que los públicos no especializados están más habituados a reconocer formas que a interpretar imágenes, sobre todo si –como es el caso– se trata de obras no complacientes y de una elevada elocuencia, fuerza expresiva con la que esta artista consigue intrigar, inquietar, conmover e incluso agredir nuestras capacidades sensibles. Caballero consigue los resultados descritos mediante una hábil elección y combinatoria de recursos estéticos tales como los de lo abyecto, lo bello, lo grotesco, lo ominoso (opción tan de suyo presente en obras figurativas veristas), lo rudo, lo sarcástico, lo siniestro, lo terrorífico y lo típico.
De una manera general es posible afirmar que la temática por la que Rocío Caballero se interesa es la de los roles sociales de las personas, dependiendo de si son mujeres u hombres. Al ahondar en los asuntos que ella aborda, resalta que, cuando representa mujeres, éstas son muy jóvenes y se asume que solteras, pues esta autora hace referencia al engañoso espejismo que constituye el amor romántico. A juzgar por la manera en la que ella resuelve las figuras masculinas, trátese de niños o de varones jóvenes, se infiere que plantea un cuestionamiento a la organización social hegemónica, que es el patriarcado, a la vez que establece una crítica al sistema económico capitalista, con el que la citada hegemonía está indisolublemente vinculada (sin que esto signifique que, en donde han existido o existen otros sistemas económicos no prevalezca el patriarcado). Como tema preponderante, Caballero trabaja en el de un sector masculino específico que desde el comienzo del decenio de los 80 del siglo pasado descuella al interior de la clase dominante, que es la de la burguesía: el de los hombres jóvenes que cuentan con una formación universitaria, que viven y trabajan en áreas urbanas, y que tienen un alto poder adquisitivo.
Rocío Caballero ha consolidado del todo su lenguaje individual, por lo que sus obras son indudable e inmediatamente reconocibles como de su autoría. Posee constantes iconográficas vinculadas directamente con sus temas, entre las que por su frecuencia resaltan las máscaras que portan algunos de sus personajes masculinos, y cabe celebrar que su madurez expresiva no le ha impedido continuar desarrollando su estilo personal. Ella hace uso de su amplio acervo técnico de una manera que es tan vigorosa como osada; la calidad de factura que es tan patente en su producción resulta asombrosa; el virtuosismo que ha alcanzado es notorio e incluso hace gala de esta capacidad suya. Asimismo, trabaja con un esmero pletórico de audacia. Estructura sus obras procurando la armonía, el equilibrio y el orden, e incluso ha recurrido, para algunas de sus éstas, a la simetría axial. En sus trabajos son distinguibles señales del empleo de la perspectiva lineal, marcas que en ocasiones incluso enfatiza. En cuanto a su filiación estilística cabe ubicarla dentro de la vertiente contracultural de la post vanguardia, de ahí que su aproximación a sus motivos sea glocal (esto es, desde un punto de mira local para asuntos globales y locales), derechohumanista, de denuncia frente a los privilegios, así como proclive a la recuperación de la utilidad social del arte.
Su presencia en Casa Chihuahua será favorable para el impulso al desarrollo de la cultura artística del norte mexicano.
Carlos-Blas Galindo
Rocío Caballero
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte.
Originaria de Azcapotzalco, Ciudad de México, estudió en la escuela de iniciación artística número 4 del INBA y posteriormente la licenciatura en La Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda. Su trayectoria como pintora suma ya 29 años, los últimos 18 ha trabajado la serie de imágenes de "los duendes grises".
Cuenta con 19 exposiciones individuales en México y Estados Unidos. Su última muestra, titulada The news from the Kingdom of Yuppieland, se llevó a cabo de manera virtual por invitación de The Center for Creativity and the Arts y la Universidad de California en Fresno en febrero de 2021. Ha participado en importantes exposiciones colectivas nacionales e internacionales entre las que destacan: El artista en el estudio / El estudio del artista, Museo de los Pintores Oaxaqueños; La Muerte Niña, National Museum of Mexican Art, Chicago, Illinois, EUA; Sin comisario, Museo de Arte Moderno de Toluca, Estado de México; Canción de cuna para un niño muerto, Museo de Arte del Antiguo Palacio del Arzobispado; El Milenio visto por el arte, Hospicio Cabañas; 70 Años de La Esmeralda, Museo de ARte Moderno INBA; SEXY, Museo Ex Teresa Arte Actual, INBA; Rastros y crónicas: women of Juarez, National Museum of Mexican Art, Chicago, Illinois, EUA.
Entre sus reconocimientos se encuentran: el 2do. Lugar en la 1a. Bienal de Pintura Latinoamericana y del Caribe (2002); menciones honorificas en The 10th Annual MexAm/VSC Artist Fellowship, Vermont Studio Center, Vermont, EUA (2002) y en el XIII Encuentro Nacional de Arte Joven (1993). Seleccionada en la VII Bienal de Pintura Rufino Tamayo y en el XIV Encuentro Nacional de Arte Joven (1994).
Su obra forma parte de las colecciones en el Instituto de Cultura del Estado de Campeche, el Museo Kaluz, el Acervo Patrimonial del Museo del Arzobispado, Fundación Milenio, Fundación Black Coffee Gallery y en el National Museum of Mexican Art, Chicago, Illinois, EUA.
Ha incursionado en la gráfica trabajando coediciones con los talleres: Caracol Púrpura, Colectivo La Malagua, Extra Editores, Pinacoteca 2000 y La Trampa Contemporánea. Su obra se encuentra publicada en los siguientes libros: Entre Bastidores, ed. Black Coffe Gallery, 2018; Rocío Caballero: El consumado arte de soñar, ed. Black Coffee Gallery, 2016; Visión de México y sus artistas, Tomo V, Lupina Lara, ed. Promoción de Arte Mexicano, 2003; El desnudo femenino, una visión de lo propio, Lorena Zamora, ed. CONACULTA, 2000.